Estoy cada vez más emocionada con los preparativos de la segunda colección. Día sí, día también, se me ocurren más ideas para complementarla y soy como un grifo que es imposible de cerrar. A veces me desespero, tengo que confesar, pero el simple hecho de plantarme en el centro de esta Ciudad de México genera siempre una idea que SIMPLEMENTE NO PUEDO DEJAR DE AÑADIR A LA COLECCIÓN. Y sí, así. En mayúsculas y con nada de con permisos. Aparece, se instala y yo debo de doblegarme a sus pies cual manso poodle.
Pero bueno, esta vez quería contarles una novedad preciosa: En la segunda colección habrá la posibilidad de tener relleno de plumas.
Y E S
Pluma arriba, pluma abajo, esto es un carnaval.
Esta mañana me han llegado los bolsones y yo, aún
bastante inexperta en la rumbosa volatilidad del material, generé una nevada que ya quisieran en Berlín.
Pero qué felicidad.
Ir mejorando en cada colección y en cada uno de los
aspectos, me llena de satisfacción.
Por esto mismo, quiero mencionar que las plumas con las que
irán rellenos todos los cojines son hipo-alergénicas. Que lo último que quiero
son enfermedades y a Sanidad montando un lío a raíz de tan ingenua propuesta.
Así que tranquilísimos todos, que aquí lo único que va a haber son siestas de muchas
horas y nada de estornudos.
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