Hoy les quiero compartir una marca que es amor.
Amor puro en serio.
La marca se llama Binvignat Streeter y detrás, manejando los hilos mágicos, está Loreto Binvignat.
Recuerdo que un día, a través de Komurki, conocí el trabajo de Loreto. Unas pinturas verdaderamente guays. Me acuerdo que me dije que en algún momento compraría una de sus obras.
Pero luego, meses más tarde, la sorpresa se convirtió en mayúscula: toda esa belleza plástica era trasladada a mascadas de seda.
El resultado es el que sus ojos podrán deleitar a continuación.
