VENTA PERSONALIZADA EN CASA DE RUTH MARTELL


Resulta que un día, Ruth me empieza a seguir en Instagram. Su nickname puro_kitsch me sedujo y de inmediato la seguí también. Tras varios meses, decide romper el silencio y me dice que le encanta lo que hago y que quiere unos Herminia Mor, que me invita a su casa para hacer una venta personalizada. 

Así que me dirijo a su casa y ojalá y así se recibiera a todo ser humano: con una copa de vino rosado. Qué delicia. Tras esa estupenda bienvenida me dice que el sushi está por llegar. ¡Qué cosa! E incluso que era hora de darme mi regalo de Navidad  _____________________ ilusión máxima. Me lo da y, ni más ni menos, el presente incluía: Una versión mini de Moët, unos polvos para hacer chai que probé ya y queda de muerte; y además una caja preciosa con chocolates dentro.

Al final, Ruth e Italia, su hijita, eligieron dos cojines, un "Cupcakes enfriándose en la ventana I" para el cuarto de Italia y un "Llórale a gusto" para el de Ruth. Me la pasé tan bien y salí de ahí tan repleta de cosas deliciosas que en el camino de vuelta sólo pensaba, qué manera más bonita de simplemente hacerme ver lo que mi trabajo le producía y de empujarme a continuar con él con tremenda alegría.